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Transferencia electrónica: base para la interoperabilidad en Colombia

En los últimos años, un movimiento profundo comenzó a transformar los pagos en toda Latinoamérica. Ya no se depende tanto del efectivo, las tarjetas o los datáfonos. Cada vez más transacciones se apoyan en un mecanismo simple y conocido: la transferencia electrónica.

Lo que antes era un trámite lento y con límites hoy es la base de los pagos instantáneos e interoperables que se expanden en la región. El resultado es un sistema más accesible, rápido y coherente con el uso masivo del celular.

De la transferencia tradicional al ecosistema instantáneo

La transferencia electrónica siempre estuvo ahí: enviar dinero de una cuenta a otra. Lo distinto es lo que ocurre ahora. Las nuevas infraestructuras permiten mover plata en segundos, sin importar el banco o la billetera. Las comisiones bajaron, la fricción desapareció y la interoperabilidad dejó de ser un proyecto para convertirse en una práctica real.

Este avance habilitó la creación de un ecosistema completo sobre transferencias instantáneas. Un ecosistema donde un QR, un botón de pago o un envío entre personas funcionan sobre la misma base técnica.

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Cómo lo vive Colombia hoy

Colombia atraviesa un cambio acelerado en la forma de pagar y cobrar. Detrás de cada envío por app, cada QR en comercios y cada cobro sin datáfono ocurre lo mismo: una transferencia inmediata disponible 24/7.

El país adoptó este modelo con rapidez por un factor clave: el uso masivo del smartphone. . De acuerdo con el DANE, la mayoría de las personas de 5 años o más ya utiliza teléfono celular, y los estudios estiman que la penetración del smartphone entre la población conectada supera el 85%. 

Esa masiva distribución del dispositivo móvil ha permitido que las billeteras digitales e infraestructuras de transferencia inmediata lleguen de forma más rápida a personas que antes tenían barreras de acceso.

Estas apps resolvieron un problema cotidiano. Permitieron enviar plata sin filas, sin comisiones altas y sin entender conceptos bancarios complejos. Lo que para muchos era una barrera se volvió una experiencia simple y cotidiana.

Colombia dentro de la ola regional

El crecimiento colombiano forma parte de una tendencia más amplia.En Latinoamérica, el informe Beyond Cash del BID indica que en 2011 menos del 3% de los adultos había realizado pagos digitales; para 2021 esa cifra subió a cerca del 40%. En este contexto, Brasil avanzó con PIX, México con CoDi y Argentina con Transferencias 3.0.

Colombia no solo acompañó ese cambio, sino que lo adaptó a su contexto. El resultado es un ecosistema móvil, ágil y extendido, donde las transferencias inmediatas son la columna vertebral.

Este avance también responde a una necesidad. Uno de los grandes impulsores de este cambio es la informalidad. Diversos análisis estiman que el mercado informal representa alrededor del 33% del PIB en Latinoamérica. 

En ese escenario, la transferencia directa se volvió una herramienta clave para miles de emprendedores: les permite cobrar de manera rápida, económica y segura, sin depender de datáfonos costosos ni comisiones elevadas, y ofreciendo a los clientes una alternativa más confiable que el efectivo.

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La transferencia en la vida cotidiana

Pagar un almuerzo, dividir una cuenta, comprar en una feria o recibir ingresos en un negocio pequeño. En todos esos contextos la transferencia inmediata se volvió parte del día a día.

Para los comercios, significa recibir el dinero en segundos sin depender de equipos costosos. Para los consumidores, significa reducir el uso de efectivo y evitar riesgos asociados a la manipulación de tarjetas.

Esta adopción masiva está redefiniendo la relación de las personas con el dinero. La experiencia es sencilla, coherente con el celular y más cercana que la banca tradicional.

Los desafíos que aún persisten

El avance es grande, pero Colombia enfrenta retos importantes:

  • Conectividad desigual, sobre todo en zonas rurales. 
  • Brechas de educación financiera, que limitan el uso de herramientas digitales. 
  • Regulación en evolución, necesaria para impulsar más interoperabilidad. 
  • Población no bancarizada, que requiere soluciones aún más simples. 

Aun así, los pagos móviles y QR crecen a doble dígito cada año. Las aplicaciones financieras se integran a rutinas cotidianas y la transferencia actúa como un puente entre distintos actores del sistema.

Por qué la transferencia conecta todo el ecosistema

Colombia tiene múltiples billeteras, bancos y plataformas. Sin interoperabilidad, cada una funcionaría como un sistema cerrado. Pero cuando todas operan sobre transferencias instantáneas, el sistema se vuelve flexible. Una persona puede pagar desde una billetera hacia una cuenta bancaria, o desde una fintech hacia un comercio, sin cambiar de herramienta.

Este enfoque está alineado con iniciativas regionales. El BID impulsa un Sistema de Pagos Regional orientado a que los países puedan conectarse entre sí. Con ese modelo, enviar dinero desde Colombia a otra nación podría ser tan simple como enviar un mensaje.

Una tecnología simple que habilita grandes cambios

La innovación no siempre viene de soluciones complejas. En este caso, el cambio más importante se apoya en un mecanismo que ya conocíamos. Una transferencia que llega en segundos, tiene bajo costo y funciona igual desde cualquier app.

Los pagos digitales en la región avanzan a un ritmo acelerado. Proyecciones recientes indican que el sector triplicará sus ingresos hacia 2027, alcanzando alrededor de USD 300.000 millones. 

Este crecimiento está impulsado por la expansión de las billeteras móviles, la interoperabilidad y el uso extendido del celular como herramienta principal de pago. Con esta dinámica regional, Colombia está bien posicionada para seguir consolidándose como uno de los mercados más activos en la adopción de pagos digitales.

Qué viene para Colombia

El país avanza hacia:

  • Más interoperabilidad entre actores. 
  • Más comercios adoptando pagos digitales. 
  • Menor dependencia del efectivo. 
  • Mayor integración entre billeteras, bancos y fintech. 
  • Nuevos servicios basados en la transferencia, como créditos digitales, recaudos y pagos empresariales. 

La identidad digital, la modernización regulatoria y la mejora en la seguridad también impulsarán este proceso. El resultado será un ecosistema más accesible, formalizado y conectado.

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Cómo se integra Sumia en este camino

En este panorama, surgen plataformas que entienden hacia dónde se mueve el país. Sumia se integra a esta transformación apoyándose en lo que ya está funcionando: pagos basados en transferencias electrónicas, interoperables, económicos y pensados para el celular.

Su propuesta encaja con un ecosistema que prioriza la simplicidad, la agilidad y la conexión entre todos los actores. No busca reemplazar lo que existe. Busca potenciarlo.

Una revolución impulsada por la simpleza

La transferencia electrónica se convirtió en la base de los pagos modernos porque es:

  • Fácil de usar. 
  • Accesible desde cualquier lugar. 
  • Instantánea. 
  • De bajo costo. 
  • Compatible con distintos sistemas. 

Cuando una tecnología logra eso, se vuelve parte de la vida diaria sin que la notemos. Esa es la verdadera señal de que funciona.

Si tu empresa quiere adoptar pagos digitales más ágiles o explorar modelos basados en transferencia, este es un buen momento para hacerlo. Las herramientas ya existen y el ecosistema colombiano está preparado para crecer sobre ellas.